Suplementos Nutricionales

Naturales, Nutracéuticos y Deportivos

La suplementación nutricional es un recurso cada vez más popular para apoyar la salud, el bienestar, la longevidad, la calidad de vida o el rendimiento físico. Desde opciones naturales hasta formulaciones avanzadas, los suplementos pueden complementar una dieta equilibrada, siempre que se utilicen con conocimiento, base científica, cuidado y moderación. Si bien hay diferentes clasificaciones que son aceptadas, este artículo explora tres tipos principales de suplementos: los naturales, los nutracéuticos y los deportivos.

Suplementos Naturales

Los suplementos llamados «naturales» derivan de un modo directo de fuentes alimentarias primarias y están (o al menos deberían estar) «mínimamente procesados». Por ejemplo, la miel, el polen, la cúrcuma, la canela, los aceites de pescado, las mezclas de semillas, el aceite de oliva virgen, algunos probióticos y prebióticos, el jengibre, el aceite de ricino, etc.

Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales y son fáciles de integrar en una dieta balanceada. Su consumo regular promueve diferentes beneficios (antioxidantes, antiinflamatorios, inmunomoduladores, energizantes, digestivos, antitrombóticos, mejoradores de la calidad del sueño, la piel, las articulaciones, etc.).

Aunque cierto nivel de procesamiento es inevitable, durante la manufactura, su enfoque se centra en mantener la integridad nutricional intacta. Por ello deben obtenerse en condiciones de mínima intervención tecnológica y humana evitando la contaminación con agroquímicos, funguicidas, conservantes, bacteriostáticos, antibióticos, estabilizantes, colorantes, saborizantes, emulsionantes, fertilizantes, etc. Por eso es frecuente ver en la etiqueta aclaraciones tales como “producto orgánico”, “bio”, “verde”, “natural”, etc., reforzando la escasa o nula alteración industrial.

Tabla de suplementos naturales y sus beneficios

Suplementos Nutracéuticos

Los suplementos nutracéuticos, se sitúan a medio camino entre un alimento y un fármaco. Ofrecen beneficios específicos para la salud y su formulación suele incluir concentrados, extractos o purificaciones de ciertos principios activos que ayudan a mejorar funciones biológicas del organismo.

En su elaboración se utilizan procesos propios de la industria farmacéutica y de la industria alimentaria. Están sujetos a ciertas regulaciones sanitarias y a controles de higiene, pureza, seguridad, etc.

Algunos ejemplos de productos nutracéuticos son: los ácidos grasos omega-3/6/9 purificados o formulados, ciertos antioxidantes como el resveratrol, la astaxantina, la quercetina, el colágeno hidrolizado, el sulfato de condroitina, la Coenzima Q10, los aminoácidos esenciales, la creatina, proteínas, enzimas, hidratos de carbono modificados, etc.

Estos productos están diseñados la prevención de ciertas dolencias, o la protección cardiovascular, retraso del envejecimiento natural, preservación de su piel, estimulación del sistema inmune, mejora del sueño, adaptógenos, etc.

Los procesos controlados durante su manufactura, aseguran que la formulación responde al detalle adjunto en su etiqueta. A diferencia de los productos farmacéuticos, no requieren de una receta médica, son de venta libre.

Tabla de suplementos nutracéuticos y sus beneficios

Suplementos Deportivos

El suplemento deportivo es un suplemento nutracéutico pero pensado y formulado para potenciar el rendimiento físico de los atletas y deportistas.

Los suplementos deportivos incluyen proteínas (de suero bovino, vegetales, de caseína, etc.), aminoácidos (de cadena ramificada, esenciales), que favorecen la recuperación muscular y el crecimiento o hipertrofia, e hidratos de carbono como la glucosa, la maltodextrina o la fructosa que se usa en geles o bebidas.

También existen productos como el monohidrato de creatina, que mejora la fuerza y el rendimiento anaeróbico. La beta-alanina que aumenta la resistencia muscular. La cafeína, la L-citrulina, beta-hidroxi beta-metilbutirato, la taurina, los electrolitos, la glutamina, la L-carnitina, los polivitamínicos, etc.

Los suplementos deportivos contribuyen a reparar los tejidos dañados y evitan el desgaste luego del entrenamiento, aumentan el metabolismo, mejoran la fuerza, aumentan el nivel de energía y contribuyen a mejorar el desempeño en actividades deportivas de alta intensidad.

La idea de los suplementos deportivos es evitar cualquier limitación metabólica al rendimiento.

Tabla de suplementos deportivos y sus beneficios

Diferencias y cuidados a tener en cuenta

Las diferencias regulatorias entre un medicamento de prescripción médica y un suplemento nutracéutico de venta libre son sustanciales. Dependen de cada país, pero existen algunos puntos comunes que se pueden puntualizar:

Pruebas y aprobación: Los medicamentos de venta bajo receta requieren estudios clínicos muy rigurosos que prueben su eficacia y seguridad antes de recibir la aprobación por parte de las autoridades regulatorias (FDA en EE.UU., EMA en Europa, etc.).

Los nutracéuticos, aunque pueden contar con estudios y publicaciones científicas de respaldo, no exigen este nivel de evidencia para su venta, ya que se consideran “suplementos” y no un tratamiento o terapia para una determinada patología.

Control de calidad y estandarización: Los medicamentos deben cumplir con estándares de pureza, dosificación y fabricación controlados. Los médicos usan la información clínica publicada para moverse dentro de la aplicación de su criterio médico pero respetando los protocolos y las buenas prácticas médicas.

Publicidad y etiquetado: La publicidad de los medicamentos debe ser previamente aprobada y suele limitarse a lo estrictamente demostrado en ensayos clínicos. Los nutracéuticos tienen más libertad para promover sus beneficios siempre que eviten afirmar efectos terapéuticos o curativos específicos.

Seguimiento post-comercialización: Los medicamentos están sujetos a un seguimiento continuo para detectar efectos adversos, mientras que los nutracéuticos suelen tener un menor nivel de vigilancia con posterioridad a su venta.

Estas diferencias buscan proteger la salud pública al garantizar que los medicamentos de receta se usen bajo estricta supervisión médica, mientras los nutracéuticos son mucho más accesibles, pero también menos regulados y controlados en términos de su seguridad y eficacia.

Alimentación consciente (y racional)

Más allá de la «naturalidad» de los suplementos que sumamos a nuestra dieta, debemos ser conscientes que el cuidado de nuestra nutrición conlleva un proceso de aprendizaje acorde a la complejidad de lo que pretendemos lograr. Lo dicho vale y aplica para los suplementos, así como para las dietas y los ayunos, que son también intervenciones propositivas (no naturales) que alteran la ingesta, la composición corporal, el metabolismo y el microbioma.

Para hacer intervenciones (no naturales), el cuidado del cuerpo requiere de crecientes niveles de conocimiento, estudio, método, planificación y control.

Los hábitos saludables son hábitos racionales, reflexivos y críticos, no solo «conscientes». Adoptar e ingerir suplementos nutricionales en grandes cantidades, nada tiene de «natural». De hecho, es una conducta «artificial» causada por nuestras expectativas culturales, sociales y/o personales. Sin conocimiento y sin asesoramiento calificado, puede resultar irresponsable y riesgoso.

Cuidado entonces en los gimnasios, atención a esos amigos y conocidos que recomiendan productos que a ellos les resultaron «fantásticos» o «milagrosos».

Más no significa mejor en biología. Existen siempre rangos óptimos: ni las deficiencias limitantes, ni los excesos tóxicos.

Por sí solo, el efecto placebo puede alcanzar valores de hasta 30% en algunos estudios. La autosugestión necesita separarse del hallazgo científico.

Particularmente cuando la investigación es insuficiente o muy contradictoria, hay que extremar las precauciones.

También hay que cuidarse de los fenómenos del marketing, la publicidad engañosa y del pensamiento mágico acerca de los suplementos nutricionales.

Seguridad, prevención, bienestar, calidad de vida y salud a largo plazo, ese es el rumbo que no hay que perder.

 

Nutrición racional

Analizar con cuidado

Los productos nutracéuticos, por ser suplementos, están sujetos a controles menos estrictos y pueden variar en la concentración, formulación y nivel de pureza que ofrecen los distintos fabricantes en el mercado.

Es muy frecuente que al comparar la composición declarada en la etiqueta, encontremos que una cápsula contiene la mitad o un tercio de la dosis que se ha investigado. El envase talvez declara 120 cápsulas (y eso es correcto), pero la dosis en cada una de las cápsulas es inferior con lo cual debo ingerir dos o tres para lograr lo mismo. También se declara que hay una mezcla compleja con, por ejemplo, «Vitamina E» (y eso también es cierto), aunque la dosis es bastante insignificante desde el punto de vista clínico.

Estos y otros tipos de «astucias comerciales» son habituales dentro de esta categoría. Es mejor prestar mucha atención a la etiqueta antes de elegir cada suplemento y leer cuidadosamente los estudios que existen al respecto (qué principio activo se utilizó, cuánto tiempo se administró, en qué dosis, con qué objetivo, con qué resultados, etc.).

¿Suplementos nutricionales para qué?

Hay muchas razones posibles, y válidas, para incorporar suplementos nutricionales a nuestra dieta:

– Compensar una deficiencia o una potencial deficiencia en la dieta, por ejemplo, veganos, vegetarianos o personas con restricciones alimenticias
– Ayudar a tratar o a prevenir determinadas enfermedades, como la anemia (hierro), el embarazo (ácido fólico) o los problemas digestivos.
– Mejorar la salud ósea y prevenir la osteoporosis
– Compensar un aumento en la necesidad de un nutriente, por ejemplo, atletas, deportistas profesionales, militares, etc.
– Mejorar el rendimiento, la resistencia o la recuperación en el deporte
– Contribuir a la hipertrofia y la fuerza muscular
– Acelerar el metabolismo
– Mejorar la longevidad con mayor calidad de vida
– Fortalecer el sistema inmunológico o apoyar la respuesta inmunitaria
– Mejorar la salud de la piel, cabello y uñas
– Reducir el estrés
– Mejorar el descanso o sueño
– Promover la salud cardiovascular, cognitiva o mental

Conclusión

La elección entre suplementos «naturales», nutracéuticos y deportivos depende del estilo de vida de la persona (hábitos de alimentación, actividad física y estrés), y también depende de los objetivos y las necesidades de cada uno.

En muchos casos, puede haber valiosa evidencia científica de soporte, un bajo riesgo asociado y beneficios concretos para la salud a largo plazo. Pero todo suplemento debe usarse responsablemente y con conocimiento experto. La supervisión de un profesional de la salud es clave para asegurar que los suplementos que se integran a nuestra dieta, lo hagan de una manera racional, efectiva y segura, evitando los excesos, la autosugestión, las confusiones o la desinformación.

 

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Nota del Lic. Leandro Javier Perez Surraco

 

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